Me hiere la muerte inoportuna
y cuando no es hora de su espadaña,
las palabras –látigos lanzados contra el alma–,
la prisión sin rejas ni condenas.
Me hiere el rumor incierto de gente incierta
sobre mi cara en plena madrugada.
Y me hiere el tiempo que pasa
y rompe lo bello
y se lleva la risa
y arrasa con todo lo verdadero.
Y entonces,
la vida se queda sin fuerzas,
callada.
Dedicado a mi amigo Juan Manuel, muerte subita hace varios días.
Mi infancia un poco se la ha llevado. D.E.P.
Mi infancia un poco se la ha llevado. D.E.P.
1 comentarios :
Les comparto este bello poema.
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